Los
cuentos que dan cuerpo a este libro, nos hacen transitar por un periodo de
tiempo reconocible por nuestra historia reciente, tiempo que se configura como
el telón de fondo de la galería de personajes que develan estas historias: un
exiliado chileno en Ecuador quien, sin proponérselo y casi por casualidad,
termina trabajando como fotógrafo de un policía para el que debe retratar
distintas escenas de crímenes; un niño juega béisbol en un ambiente de
represión y apariciones fantasmagóricas; un joven poeta que se convierte en
librero luego de intentar, inútilmente, vender su primer libro de poesía; la
venganza de dos hermanas seducidas por un galán algo “chanta”; un comerciante
de libros saca provecho de su homonimia con un poeta famoso: este podría ser el
esqueleto de la historia astillada, agrietada, de La concentración.
Cuentos
atractivos, sabrosos, vitales, bien desarrollados, y con un humor muy
destacado, que en la mayoría de los casos sirve para generar cierta distancia
con las situaciones angustiosas y marginales que se narran.
Dictadura,
exilio, deporte, decepción, viajes inmóviles, vidas marginadas y marginales,
lecturas, la insatisfacción que brota durante la postdictadura y el azaroso
afán de vivir, son parte de las inquietantes conjeturas acerca de esa
fotografía aún borrosa que es la historia reciente.
Martín
Cinzano (Guayaquil, 1977), en prosa escribió las crónicas de Perdido (2011)
y La afición (2023), la novela En pana (2016) y los cuentos
de La última casa de Mingus (2022). Ha publicado libros de poemas
como Yo Ya (2016), Temblor de párpado (2021) y la
plaquette Algo eléctrico (2023).
Coedita
la revista cartonera, ¡PUF! desde Cuernavaca, México, donde juega de
jardinero central en la liga amateur de béisbol. En editorial LOM publicó el
ensayo ¿Un escritor? Pesquisas en torno a “la muerte del autor”. (2021).