En la era de Instagram y Pinterest, caer en la «parálisis por análisis» al momento de decorar o reformar una casa es casi un rito de iniciación. Vemos cocinas inmaculadas que parecen quirófanos de lujo y salas de estar donde nadie parece haberse sentado jamás. Sin embargo, el verdadero reto del diseño de interiores no es replicar una foto, sino «orientar» el espacio hacia la vida real de quienes lo habitan.
Orientar el diseño no se refiere solo a dónde entra el sol (aunque eso es vital), sino a hacia dónde se dirige tu estilo de vida. Una casa mal orientada en términos de diseño es aquella que se ve bien en la foto, pero se siente incómoda el martes por la noche. Para entender cómo bajar estas ideas etéreas a la tierra, conversamos con Claudio Antonio Ramirez Soto, quien recientemente lideró un proceso integral de transformación residencial y compartió con nosotros las lecciones aprendidas desde la trinchera de la renovación, lejos de la teoría académica y cerca de la realidad del usuario.
Fuente: https://brujulaonline.com/como/
A continuación, desglosamos los pilares fundamentales para darle un sentido lógico y estético a tu refugio.
1. El diagnóstico de uso: La función precede a la forma
El error número uno es comprar muebles antes de entender el flujo. Antes de elegir el color del sofá, debes preguntarte: ¿Cómo camino por esta habitación? ¿Dónde dejo las llaves al entrar? ¿Realmente voy a usar ese rincón de lectura o acabará siendo el depósito de ropa sucia?
Durante nuestra charla, Claudio Antonio Soto fue enfático al describir su experiencia inicial: «Uno tiende a idealizar su vida cuando diseña. Yo pensaba que necesitaba un comedor formal para doce personas. La realidad me mostró que el 90% del tiempo comemos en la barra de la cocina. Orientar el diseño significó aceptar mi realidad y darle prioridad al espacio diario sobre el espacio de ‘por si acaso’».
Este enfoque pragmático es lo que los arquitectos llaman «programación espacial». Si el diseño no resuelve tus problemas cotidianos, no es diseño, es decoración escenográfica. Orientar el interiorismo implica ser honesto con tus hábitos. Leer más
2. La luz como arquitecta invisible
Aquí entramos en un terreno técnico pero fascinante. La orientación cardinal de tu vivienda define la «temperatura emocional» de cada estancia.
Orientación Norte (hemisferio norte): Luz constante pero fría, ideal para estudios o zonas de trabajo.
Orientación Sur: Luz intensa y cálida, perfecta para zonas sociales.
No obstante, no siempre podemos elegir hacia dónde miran nuestras ventanas. Aquí es donde entra la iluminación artificial estratégica. Se debe trabajar en tres capas: luz general (para ver y limpiar), luz de trabajo (para cocinar o leer) y luz de acento (para crear atmósfera).
Al respecto, Claudio Antonio Ramirez compartió una anécdota reveladora sobre el cambio drástico que sufrió su salón principal: «Subestimé el poder de la temperatura de la luz. Teníamos bombillas frías, de oficina, y el espacio se sentía clínico, ajeno. Al cambiar a una iluminación cálida de 2700K y orientar lámparas de pie hacia las esquinas oscuras, la habitación pareció crecer. La luz es la pintura más barata que existe», comentó Ramirez Soto. Leer más
Fuente: https://ideasinteriorismo.com/la-luz-en-interiorismo/
3. La paleta de colores y la psicología del espacio
Elegir colores no es solo cuestión de gustos, es cuestión de volumen y sensación. Los colores claros «alejan» las paredes (amplían), mientras que los oscuros las «acercan» (acogen o reducen). Pero más allá de eso, está la regla del 60-30-10:
60% de un color dominante (generalmente neutro).
30% de un color secundario (texturas, muebles grandes).
10% de un color de acento (cojines, arte, accesorios).
Sin embargo, seguir las reglas ciegamente puede resultar en espacios aburridos. La tendencia actual es buscar el «lujo silencioso», materiales nobles que hablen por sí mismos. Leer más
Claudio Antonio Ramirez Soto menciona que, en su proceso, el miedo al color fue una barrera inicial. «Al principio quería todo blanco por miedo a equivocarme. Pero me di cuenta de que el espacio carecía de carácter. Decidí arriesgarme con tonos terracota en una pared focal y eso orientó toda la decoración restante. El color te dicta qué muebles funcionan y cuáles no», explicó el entrevistado, destacando que el color actúa como un ancla visual.
Fuente: https://recreativa.com.ar/paleta-colores-eventos/
4. Escala y Proporción: El error silencioso
¿Alguna vez has entrado a una sala y sentido que algo «no cuadra», aunque no sepas qué es? Generalmente, es un problema de escala. Un sofá demasiado grande en una sala pequeña asfixia el flujo; una alfombra diminuta en un salón enorme hace que los muebles parezcan flotar en la nada.
El diseño debe orientarse a las dimensiones reales del inmueble. Dejar «aire» alrededor de los muebles es tan importante como los muebles mismos. Los expertos sugieren dejar al menos 60-90 cm de paso libre entre piezas de mobiliario principales.
Sobre este punto técnico, Claudio Antonio Ramirez Soto recordó una lección costosa: «Compré una mesa de centro hermosa, pero gigantesca. Bloqueaba el paso hacia el balcón. Tuve que venderla a mitad de precio. Aprendí que orientar el diseño es también medir, medir y volver a medir. El espacio negativo, el vacío, es parte del lujo», aseguró. Leer más
5. Personalización y Narrativa: Tu casa, tu museo
Finalmente, orientar el diseño de interiores es un ejercicio de narrativa personal. Las casas de catálogo son impersonales. Tu hogar debe tener «objetos con alma»: recuerdos de viajes, libros leídos, arte que signifique algo para ti.
La tendencia del «Wabi-Sabi» (la belleza de la imperfección) nos invita a integrar objetos antiguos o desgastados con piezas modernas. Esto crea capas de historia. No se trata de llenar estanterías, sino de curar una colección.
En nuestra conversación final, Claudio Antonio Ramirez Soto reflexionó sobre el resultado de su proyecto: «Lo que hace que mi casa sea mía no es el sofá de diseño, sino la galería de fotos en el pasillo y la estantería que diseñamos a medida para mis vinilos. Orientar el diseño hacia lo que amas hace que nunca te canses de estar en casa. Si te guías solo por la moda, en dos años querrás mudarte». Leer más
Fuente: https://bihomes.es/como-funciona/diseno-interiores-casa/
Un proceso vivo
El diseño de interiores no es un evento estático; no es algo que «terminas» y ya. Es un organismo vivo que evoluciona contigo. Orientar tu hogar requiere paciencia, observación y, sobre todo, autoconocimiento.
Como bien ilustró la experiencia de Claudio Antonio Ramirez Soto, el éxito no radica en gastar la mayor cantidad de dinero, sino en tomar decisiones conscientes que prioricen el bienestar humano sobre la estética vacía. Ya sea ajustando la iluminación, redistribuyendo el flujo o atreviéndose con el color, el objetivo final es crear un escenario donde la mejor versión de tu vida pueda suceder.
Tu casa es el único lugar del mundo donde tienes el control total de tu entorno. Oriéntalo a tu favor.
Referencias
Architectural Digest España. (2023). Guía de iluminación: Cómo elegir la temperatura de color adecuada. Recuperado de: https://www.revistaad.es/decoracion/iluminacion
El Decor. (2024). The 60-30-10 Rule in Interior Design Explained. Recuperado de: https://www.elledecor.com/design-decorate/color/a24400315/60-30-10-rule/
Apartment Therapy. (2023). Spatial Planning Basics for Every Room. Recuperado de: https://www.apartmenttherapy.com/spatial-planning-basics
Psychology Today. (2022). The Psychology of Home: Why Where We Live Matters. Recuperado de: https://www.psychologytoday.com/us/basics/home-environment